sábado, 8 de enero de 2011

Cosas de la nostalgia...

Reventado, con dolores en la espalda (¡maldita hernia!), las piernas, los brazos... así he terminado el primer día de competición del Campeonato Absoluto de Tenerife y aún así, o quizá por eso, llevo ya un buen rato dándole vueltas a lo ocurrido en Candelaria mientras veo a Messi enchufar un golazo por la escuadra al Deportivo de la Coruña.
Unos 16 años hacía que no jugaba un campeonato de Tenis de Mesa y me acabo de dar cuenta de que lo echaba de menos. Pasar el día con un montón de gente con ganas de pasar un buen rato practicando su deporte favorito, con ganas de aprender, de jugar, de competir, de ganar... ¡me lo he pasado en grande!
Pensaba esperar a que terminara todo para escribir una pequeña crónica del campeonato, pero creo que en esta ocasión no corresponde sino comentar mis impresiones, pues cada uno de los que estábamos allí tendréis las vuestras.
Para empezar me gustaría destacar el buen ambiente que se respiraba en el pabellón, creo que hoy han primado el espíritu deportivo y las ganas de pasarlo bien por encima de la competitividad, lo que a mi entender es fundamental para hacer crecer este deporte.
Otra cosa que me ha llamado la atención ha sido el buen nivel exhibido por los jugadores, en todos los grupos se han visto partidos muy interesantes, ha habido emoción, sorpresas y unos cruces finales de categoría. Felicidades a todos los que se han animado a participar , seguro que el año próximo seremos más... ¡y mejores!
No puedo dejar de contar lo ocurrido con nuestros jugadores porque creo que el resultado ha sido bastante positivo. Siete participantes del Dédalos en total, seis que hemos conseguido pasar la fase de grupos y tres que han sobrevivido hasta mañana a los que les deseo mucha suerte porque me parece que no voy a tener muchas ganas de madrugar y verlos en directo... 
Raúl ha jugado muy bien hoy, y eso es algo que no le digo a menudo... Haciendo honor a su puesto como cabeza de serie ha pasado de primero de grupo con relativa facilidad y en el cruce, mostrando su mejor versión, se ganó la clasificación a la segunda fase del torneo venciendo a Quique, que como siempre acabó con una sonrisa en la cara, un crack.
Borja también se ha ganado un puesto entre los mejores, con un gran juego tanto en la fase de grupos como en el cruce.
La sorpresa  vino de la mano de Javi Martínez, al que personalmente quiero felicitar por haber jugado un torneo serio, concentrado, maduro y con la mejor versión de sí mismo. Después de conseguir pasar como segundo clasificado en un grupo complicado, ha conseguido ganar su eliminatoria en un partidazo de nivel y ajustadísimo hasta el definitivo 3-2 frente a Julio Arvelo, jugador de gran nivel y experiencia al que debemos dar la enhorabuena por el partido y por su siempre ejemplar comportamiento.
Los tres rezagados fuimos Óscar Rodríguez, David "lechón" Díaz y un servidor. Llegamos todos a la eliminatoria como segundos de grupo y nos tocaron rivales difíciles a los que no logramos superar. Ahora a entrenar para mejorar resultados el año que viene.
Como siempre hay notas negativas, esta vez tengo que ponérselas a tres de los nuestros: punto negativo para Borja por andar haciendo el tonto en vez de apoyar a un compañero, otro para nuestro "lechón" por tirar a la basura un partido contra un rival superior en juego y experiencia (chaval hay que espabilar, nunca ganarás a los que son mejores que tú si te mosqueas en cuanto te hacen un punto...), y otro para Óscar que quizá se enfadó de más después de una derrota.
En cuanto a mí, me quedo con el buen rato pasado, con los partidos que gané, con los que perdí (José David, vaya tunda que me has dado máquina, ¡suerte mañana!), con el partidazo que disfruté como espectador entre Ariel y José Carlos, con Javi que me sorprendió, con Raúl corriendo de un lado a otro para estar con todos nuestros chicos, con los buenos momentos con David infringiendo juntos la ley antitabaco... en fin, con todas esas cosas que debe haber en un buen torneo de Tenis de Mesa.

Hasta aquí mis divagaciones nocturnas de hoy, espero que me perdonéis por enrollarme tanto pero hoy me siento un poco eufórico por haber recuperado esas grandes sensaciones que tenía en mis años mozos, cuando los amigos y el tenis de mesa eran lo más grande del mundo, cosas de la nostalgia...

Fidel Pérez

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